Tras las nueve meses de embarazo el feto ha colocado su cabeza hacia el cuello del útero. Es la señal de que el parto tendrá lugar.Este puede ser de duración variable pudiendo estar hasta más de doce horas Se producen las siguientes fases:
1. Dilatación: comienza con las contracciones que se generan en la pared del útero, produciendo dolor en el abdomen de la madre. Su duración es variable, y van siendo más seguidas a medida que el parto se acerca. Las contracciones empujan al feto hacia la salida por lo que el cuello del útero comienza a dilatarse para facilitar la extracción. Estas contracciones hacen que la bolsa amniótica se rompa generando que el líquido salga: "rotura de aguas"
2. Expulsión: gracias a las contracciones el feto comienza a salir siendo ayudado por empujes de la madre o por asistencia médica. La expulsión puede durar una media hora. Una vez fuera el bebé, el personal sanitario corta el cordón umbilical y hace que el bebé lloré para activar su aparato respiratorio.
3. Alumbramiento: posteriormente vuelven a generarse contracciones que permiten que la placenta se expulse, y tras esta una hemorragia del útero que se retrae.
Control médico durante el embarazo.
Este puede hacerse a través de pruebas a la madre como análisis de sangre, orina, peso... Igualmente se pueden hacer ecografías que son imágenes de ultrasonido del feto, y si el embarazo es problemático se practica la amniocentesis, una prueba de riesgo en la que se extrae líquido amniótico.
Con ella se pueden detectar alteraciones genéticas con las que los parentales deben tomar decisiones de si seguir con el embarazo o practicar un aborto.
Si los problemas se producen en el parto se lleva a cabo una cesárea, corte transversal del abdomen y de la pared uterina por el que se extrae al feto.
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